A nadie le gusta tener una papada. Pero antes de empezar a hacer intentos desesperados de eliminarla, usted debe entender sus posibles causas. En la mayoría de los casos, la papada es un resultado del exceso de peso en el cuerpo. Sin embargo, la genética o el proceso normal de envejecimiento también podrían ser la causa. Si la suya es debido al sobre peso, entonces usted debe hacer algunos cambios en sus hábitos alimenticios y su estilo de vida para perder esos kilos de más. En caso de que no tenga sobre peso y aún así tiene una papada, entonces usted puede probar los siguientes ejercicios sencillos pero eficaces para tonificar y estirar los músculos de la mandíbula, la garganta y el cuello:
1. Este ejercicio es para estirar toda la mandíbula. Póngase de pie y erguido, inhale y exhale profundamente, intente tararear con sus labios apretados. A medida que inhala y exhala, mueva la mandíbula como si estuviera masticando. Al exhalar, abra bien la boca y haga un sonido audible de «aahh». Usted puede mantener la punta de la lengua contra los dientes inferiores para relajar su mandíbula aún más.
2. Este ejercicio extremadamente simple sin duda le dará buenos resultados. Abra la boca lo más que pueda y saque la lengua durante unos 10 segundos. Relájese y repita de 5 a 10 veces para apretar la barbilla y los músculos del cuello.
3. Justo antes de ir a dormir, acuéstese de lado y mantenga la cabeza en la almohada. Lentamente incline la cabeza hacia atrás para no tensar los músculos del cuello. La práctica de este ejercicio durante unos días le dará un metón tonificado.
4. La siguiente técnica sencilla que tenemos para usted consiste en golpear la barbilla, suavemente. Use el dorso de su mano para golpear la parte la parte de abajo de su barbilla lentamente. Aumente la velocidad gradualmente y haga esto durante dos minutos, dos o tres veces al día.
5. Esta última técnica es para elevar la barbilla. Usted necesita mantener su espalda recta durante este ejercicio. Puede hacerlo de pie o sentado. Incline la cabeza hacia atrás para mirar el techo. Ahora, debe fruncir los labios como si quisiera besar el techo. Usted puede mantener sus labios fruncidos de 5 a 6 segundos y repetir este ejercicio 5 a 10 veces seguidas.