4 Preguntas que debe hacerse antes de arruinar su vida

Ahora mismo, en algún lugar, hay personas durmiendo debajo de un puente o sentados en la cárcel pensando, ¿Cómo diablos he llegado aquí? La respuesta es que cuando las cosas andan mal, usted ni se entera. Los seres humanos son criaturas mágicas que pueden ignorar un incendio completamente y luego actuar confundidos al ver las cenizas. Así que, si usted se detuvo a formularse una de las siguientes preguntas, entonces usted ya va por buen camino y ha llegado más lejos que la mayoría de la gente, sólo por preguntar. Se necesita una cierta cantidad de coraje para detenerse y preguntarse …

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1. «¿Cómo puedo saber si estoy en una relación sana?»

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La mitad de las revistas femeninas ofrecen ayudarle a responder a esto, aunque por lo general lo plantean de la manera opuesta, como «¿Es él su príncipe azul? ¡Nuestra prueba le dirá!» Pero creo que es más relevante responder a la pregunta más urgente: «¿Me está matando lentamente esta relación?»

Es muy simple: Observe a su pareja de cerca. Ahora, cásese con esa persona. Luego, continúe casado durante una década o algo así, y después actúe completamente desconcertado cuando su pareja le pida el divorcio. Unos dos años después de que el matrimonio haya terminado, se dará cuenta de que tenía razón todo el tiempo y que nunca fueron compatibles. Ahí está su respuesta.

Si usted no cree que tiene la paciencia para eso, lo siento, pero no siempre puede tomar el camino más fácil. Una mala relación es como un mal sueño, no puede darse cuenta hasta que despierte. Cuanto más profundo el sueño, menos probabilidades hay de pensar conscientemente. Cuanto peor es la relación, menos probabilidades tiene de enterarse y como consecuencia salir de ella.

Después de todo, si está en una situación horriblemente cómica donde su pareja le lanza todas las lozas tan pronto como entra en la puerta, es fácil de verlo y acabar con dicha relación. Esto es malo, pero en un nivel que es evidente y de una manera en que resulta fácil salir. Sin embargo, las relaciones realmente malas, de esas que le hacen trizas y resultan debilitantes, son aquellas en las que realmente se siente algo y usted se queda porque piensa que no puede vivir sin eso, es ahí donde está expuesto y vulnerable.

Abrirse emocionalmente no es malo, la capacidad de poder compartir sus emociones es lo que hace que valga la pena vivir. Pero en esta situación ambos se vuelven tan buenos punzando los botones que hacen estallar al otro que esas incompatibilidades se convierten en un campo de batalla con manipulaciones y sabotaje sutiles. Cada uno aprende a manejar la secuencia exacta de los botones del otro. Los problemas se enfrentan con culpa en lugar de soluciones. Y no va a ver nada de eso como un problema, porque está atado a un manojo de necesidades emocionales que erróneamente llama «amor».

Hay señales de advertencia que puede buscar: ¿Es su amor por esta persona en base a algunas condiciones que espera que van a cumplir más tarde? ¿Se encuentra pensando: «Lo amo cuando no está bebiendo» o «Ella se verá mejor después de perder 50 libras?» Esto nunca funciona. Incluso en las raras ocasiones en que parece funcionar y consigue que cambien «para usted,» usted no está viendo el manojo de resentimiento oculto en sus mentes. A nadie le gusta el hecho de tener que modificar para adaptarse a las necesidades de otro. No se equivoque, el resentimiento un día se manifestará, y no va a ser bonito.

Pero no se preocupe, todo va a ser más que evidente después de que haya terminado. Es algo que debe ver por sí mismo, porque aunque se lo digan, no va a escuchar.

2. «¿Cómo sé si he elegido el trabajo o la carrera adecuada?»

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Es sorprendente cuántas personas en realidad nunca se detienen a preguntarse esto. Al menos, no hasta que tienen ese momento cuando despiertan y se sienten como si estuvieran muertos por dentro, pensando que si tienen que leer una nota más sobre el código de vestimenta, van a quemar la maldita oficina entera. La necesidad de un cambio laboral puede tomarle por sorpresa al igual que las rupturas de relaciones mencionadas más arriba.

Puede escucharse ahora:

«¿Tengo un trabajo de porquería? Bueno, al menos tengo un trabajo, ¿No? No todo el mundo puede decirlo en esta economía. Puedo pensar en docenas de personas  que matarían por la oportunidad de ganar lo que gano.»

Sí, ahí está la trampa. Porque ha habido gente «sabia» través de la historia diciendo algo en el sentido de: «Sé feliz con lo que tienes, porque siempre podría ser peor», así puede ser muy fácil justificar cualquier tipo de trabajo, no comparándolo con otro trabajo, pero con pasar hambre. Es muy difícil salir del ciclo «hacer lo suficiente para comer y nada más.»

El concepto de que una «carrera» no es simplemente un trabajo que realiza por un tiempo, pero podría (y debería incluso) ser algo que realmente le apasiona. Muchas personas odian su trabajo y lo consideran como una pura pérdida de tiempo y energía, una especie de «impuesto de vida» que deben pagar para poder existir en la sociedad. Es difícil imaginar que hay personas que no ven el reloj deseando que las horas pasen más rápido, que desean trabajar durante las vacaciones, o que realmente se emocionan cuando hablan de lo que hacen en las conversaciones, si usted odia su trabajo es fácil asumir que dichas personas están locas, o que no tiene otra cosa en su vida.

La idea de «ser feliz con lo que tiene» es una mala idea cuando se trata del trabajo. Obviamente usted no está apto para realizar cualquier trabajo. Dedicarse a atender mesas está perfectamente bien si esa es su pasión. De lo contrario, si usted ve su trabajo como a un perro que debe alimentar con el fin de evitar que le muerda las bolas, entonces usted debe saber que no es así para todo el mundo, y no tiene que ser así para usted.

Claro, nadie está diciendo que es un camino fácil, al contrario, es un camino largo, solitario y difícil. Es muy fácil decir «Vaya a la universidad» o «Busque otro empleo», especialmente en estos momentos económicos, pero si empieza a buscar salida desde ahora, puede que se sorprenda en el futuro.

3. «¿Cómo sé si estoy listo para tener hijos?» (O, «¿Cómo puedo saber si soy un mal padre?)»

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Muchos lectores están en la edad de considerar tener hijos, le tienen miedo a tener hijos o tienen hijos y se preguntan si han cometido un gran error. Es una preocupación razonable, ya que es la cosa más importante que usted probablemente hará.

En cuanto a tener hijos se puede decir lo siguiente:

Si usted está preocupado acerca de tener hijos, porque no está seguro de que es lo que quiere en su vida en este momento, entonces eso es una mala señal.

Si usted está preocupado acerca de tener hijos porque quiere asegurarse de no joderles la vida, entonces usted va por buen camino.

Usted debe pensar en el bienestar de la criaturas para tener hijos, así que no es una cuestión de si a usted le conviene tener hijos, es cuestión de si a sus hijos le conviene tenerle a usted. Si usted está en una mala situación financiera, una mala relación, es menor de edad o no quiere responsabilidades, entonces obviamente no es el momento.

Los hijos son una gran responsabilidad por más que la sociedad le haga pensar lo contrario. Este asunto no se puede tomar a la ligera, es algo muy serio, que debe pensarse seriamente antes de arruinar su vida, la de su pareja y sobre todo la vida de la criatura en cuestión. hoy en día es su deber y su responsabilidad tomar control sobre su natalidad, hace 100 o incluso 50 años las personas no tenían muchas opciones, pero en la actualidad ya no hay excusas. Una vez que los niños llegan a su vida no puede devolverlos, ni arrepentirse, y es un compromiso para toda su vida.

A los padres mediocres (¡Ojo! madres y padres por igual) por lo general no les importa lo suficiente analizar su desempeño desde el punto de vista de los niños, por lo que nunca se lo preguntan. Siempre se trata de: «¿Cómo los hijos caben en mi vida?» en lugar de: «¿Cómo evito arruinar la vida del niño?» Para ellos, la crianza de los hijos es otro obstáculo que tienen que soportar, como un trabajo malo o una gripe. Usted aprieta los dientes y aguanta hasta que los niños están fuera de la casa, y entonces es hora de volver a la vida normal que tenía antes de que llegaran. Para algunos, los niños no son más que tareas que deben ser realizadas.

Los padres tienden a cometer el error de no mirar el mundo desde el punto de vista de los niños. Por ejemplo, ¿Utiliza el mismo tono de voz y táctica que utiliza con un adulto cuando le grita a sus hijos? Los niños no han experimentado algo que les permita poner en práctica lo que está diciendo en su contexto, debido a que sus cerebros no se han desarrollado físicamente a ese punto todavía. Para ellos, usted es una bola de gritos y expresiones faciales llenas de odio. Y peor aún, ellos piensan que son la causa de que se convierta en ese monstruo. Hay incluso padres que abandonan a sus hijos y después le culpan por tener depresión.

Los niños tienden a culparse de todas las situaciones negativas porque, por naturaleza, están biológicamente programados a ser egoístas, piensan que son el centro del universo. Ellos aprenden a ser compasivos, considerados y a compartir, pero no se nace con eso.

Así que cuando las cosas van mal y usted estalla, su proceso de pensamiento natural es suponer que su reacción es su culpa, aun cuando puede ser otra cosa, como un mal día en el trabajo. La única manera de parar este ciclo es detener continuamente y preguntarse: «¿Cómo se ve esto desde el punto de vista del niño?»

Muchas personas van a la tumba sin saber que fueron malos padres. Lo que no lleva al punto importante: Si usted se está preguntando, «¿Cómo puedo saber si voy a ser (o estoy siendo) un mal padre?» Hay una gran probabilidad de que usted no lo es.

4. «¿Cómo sé cuando me he convertido en un adulto?»

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Muchas personas saltarán este punto pensando que ya saben la respuesta. Parece una pregunta extraña, pero en las sociedades tribales tenían un ritual real que pasar, como una carrera de obstáculos, y luego matar a un lobo por el derecho a ser declarado un adulto. Sin esa línea clara, este asunto es algo difícil de decidir.

En primer lugar, tener sus propios hijos no le convierte en un adulto. Dos personas cualquiera con órganos reproductivos funcionales pueden tener hijos. Ni tampoco hay una línea mágica definida cuando se trata de la edad.

Lo que parece ser un punto de equilibrio es el momento de dejar de depender de otras personas, y convertirse en la persona en que otros puedan depender.

Por ejemplo si usted se está quedando en casa de otro porque su única opción es vivir en la calle. ¿Piensa en la cantidad de trabajo que la otra persona pasa para darle un lugar donde quedarse? O ¿Siempre está exigiendo en lugar de dar?

Usted sabe que usted es un adulto, no sólo cuando usted es capaz de poner las necesidades de otros por encima de las suyas, pero cuando es capaz de hacerlo sin un solo pensamiento que le «deben» a cambio.

Parece evidente hasta el punto de ser insultante, y lo es … para a un adulto. Por lo tanto, como con todo en esta lista, no debe esperar hasta que suceda para encontrar la respuesta, debe pensar y prepararse para no arruinar su vida y por defecto la de sus seres queridos.