Limpie el pollo con agua fría y quite el hígado, vísceras y el cuello. Seque el pollo con palmadita suaves.
Cubra el pollo con mantequilla a temperatura ambiente, sin sal. Masaje ligeramente para aflojar la piel del seno para prepararlo para la expansión. Un factor clave para un mejor pollo asado lento es mantener la piel intacta para que los jugos no escapen. Además, esto le da una capa externa crujiente. Puede sustituir aceite de oliva por la mantequilla, pero dora menos y produce más humo.
Precaliente el horno a 450 grados F.
Añada mantequilla o aceite suficiente en la cavidad interior y en el exterior del pollo. Agregue condimentos secos para facilitar la distribución.
Agregue sal y pimienta al exterior e interior del pollo generosamente. Utilice condimentos adicionales dentro y fuera del pollo, si lo desea. Una receta favorita de pollo asado incluye varios dientes de ajo, una o dos ramitas frescas de romero, orégano, y rodajas de limón. Trate de condimentar por debajo de la piel si puede hacerlo sin romperla.
Coloque el pollo en una parrilla de asar con las alas hacia abajo. Cocine el pollo a 450 grados F de 15 a 20 minutos. El calor permite una piel crujiente, y encierra los jugos.
Baje el calor a 350 grados F para asar el pollo, 325 a 350 grados es la mejor temperatura para asar el pollo, ya que mantiene la carne blanca jugosa y asegura que la carne oscura esté bien cocida. Si lo prefiere, puede cocinar el pollo a 325 grados F desde el inicio para una textura más suave.
Cocine el pollo hasta que la temperatura interna sea de 170 grados F. Los jugos de los muslos y la cavidad deben ser claros y los muslos del pollo deben estar sueltos en la articulaciones. Generalmente, esto toma aproximadamente 20 minutos por libra a 350 grados F. Saque el pollo asado del horno y deje reposar durante 15 minutos. Colecte el jugo en una cacerola para verter sobre el pollo picado.
