Los Beneficios de Ayunar: lo que Necesitas Saber Antes de Empezar

Ayunar está de moda, pero no es solo una tendencia pasajera. Se practica desde hace miles de años por motivos religiosos, espirituales y de salud. Hoy, cada vez más personas recurren al ayuno para mejorar su bienestar, regular el peso y ganar claridad mental. Pero, ¿qué es realmente ayunar? ¿Qué beneficios tiene? ¿Cuáles son los riesgos? Y lo más importante: ¿cómo hacerlo de forma segura?

En este artículo encontrarás una guía clara y práctica para entender el ayuno, sus ventajas y las precauciones que debes tomar antes de intentarlo.

plato y utensilios al lado de un reloj
Foto por andrewde

¿Qué es el ayuno?

Ayunar significa dejar de consumir alimentos durante un periodo de tiempo determinado. En algunos casos también se restringen las bebidas calóricas, aunque el agua, el café negro y las infusiones sin azúcar suelen estar permitidos.

Existen diferentes formas de ayuno, desde no comer durante unas horas hasta pasar un día entero sin ingerir alimentos. Lo importante es que se trata de un patrón de alimentación alternativo, no de una dieta específica.

El cuerpo, durante el ayuno, cambia su fuente de energía: en lugar de usar la glucosa de los alimentos, empieza a quemar las reservas de grasa. Ese cambio metabólico es la base de muchos de sus beneficios.


Beneficios del ayuno

Los estudios científicos sobre el ayuno todavía están en curso, pero la evidencia disponible apunta a múltiples beneficios para la salud física y mental.

1. Pérdida de peso y reducción de grasa corporal

Cuando no comes, tu cuerpo baja los niveles de insulina y empieza a usar la grasa acumulada como combustible. Esto favorece la pérdida de peso de manera más eficiente que las dietas tradicionales basadas en restricción calórica constante.

2. Mejora de la sensibilidad a la insulina

El ayuno ayuda a que las células respondan mejor a la insulina, lo que puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2.

3. Reducción de inflamación

El ayuno puede disminuir marcadores inflamatorios, lo que contribuye a reducir dolores articulares, mejorar la salud cardiovascular y prevenir enfermedades crónicas.

4. Salud cerebral y claridad mental

Muchos practicantes reportan mayor concentración y energía mental. A nivel biológico, el ayuno estimula la producción de una proteína llamada BDNF, que favorece la regeneración de neuronas y protege contra enfermedades neurodegenerativas.

5. Estimulación de la autofagia

La autofagia es un proceso de limpieza celular: el cuerpo elimina partes dañadas de las células y las recicla. Esto se asocia con longevidad y prevención de enfermedades.

6. Salud cardiovascular

Algunos estudios muestran que el ayuno intermitente puede bajar la presión arterial, los niveles de colesterol LDL (“malo”) y los triglicéridos.

7. Bienestar emocional

Más allá de lo físico, muchas personas encuentran en el ayuno una sensación de control sobre sus hábitos alimenticios y una relación más consciente con la comida.


Tipos de ayuno

No todos los ayunos son iguales. Estos son los más comunes:

  • Ayuno intermitente 16/8: se comen todos los alimentos en una ventana de 8 horas (por ejemplo, de 12:00 a 20:00) y se ayuna 16 horas. Es el más popular porque se adapta fácilmente a la vida diaria.
  • Ayuno 5:2: cinco días a la semana se come normalmente y dos días se reduce la ingesta a 500-600 calorías.
  • Ayuno de 24 horas: una o dos veces por semana se pasa un día entero sin alimentos sólidos.
  • Ayuno en días alternos: se ayuna día por medio, o se consume muy poco en los días de ayuno.
  • Ayuno prolongado (más de 48 horas): requiere supervisión médica y no es recomendable para principiantes.

Cada tipo tiene pros y contras. Lo ideal es empezar con el 16/8 y adaptarlo según tu estilo de vida.


Riesgos y precauciones

Aunque el ayuno ofrece beneficios, no es para todo el mundo. Mal practicado puede generar más problemas que soluciones.

Posibles riesgos:

  • Dolores de cabeza, irritabilidad y fatiga en los primeros días.
  • Hipoglucemia en personas con diabetes.
  • Pérdida de masa muscular si se combina con una dieta pobre en proteínas.
  • Alteraciones menstruales en mujeres muy delgadas o con baja grasa corporal.
  • Riesgo de deshidratación si no se bebe suficiente agua.

Precauciones importantes:

  1. Consulta médica antes de empezar.
  2. Hidrátate bien: bebe agua suficiente durante todo el día.
  3. Rompe el ayuno con cuidado: evita comidas muy pesadas, grasas o ultraprocesadas. Opta por proteínas magras, verduras y grasas saludables.
  4. Escucha a tu cuerpo: si sientes mareos, debilidad extrema o malestar, detén el ayuno.
  5. No lo uses como excusa para comer mal en las horas de ingesta. El ayuno funciona mejor acompañado de una alimentación equilibrada.

¿Quiénes no deberían ayunar?

El ayuno no es recomendable para:

  • Niños y adolescentes en etapa de crecimiento.
  • Mujeres embarazadas o lactantes.
  • Personas con trastornos alimenticios como anorexia o bulimia.
  • Personas con enfermedades graves sin supervisión médica.

Ayunar no es una dieta milagrosa, pero sí una herramienta poderosa para mejorar la salud y apoyar la pérdida de peso. Practicado de forma consciente y responsable, puede ayudarte a equilibrar tus hábitos alimenticios, fortalecer tu cuerpo y mejorar tu bienestar mental.

La clave está en informarte, escuchar a tu cuerpo y, si es necesario, contar con acompañamiento médico. Recuerda: no se trata solo de dejar de comer, sino de aprender a hacerlo con estrategia y seguridad.


📌 Tip final: Si decides probar el ayuno, empieza poco a poco, mantén un estilo de vida activo y acompáñalo de una dieta nutritiva. El verdadero beneficio no está solo en las horas que no comes, sino en la calidad de lo que eliges cuando sí lo haces.

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